La seguridad y el confort de tu mascota son primordiales. Busca residencias que ofrezcan instalaciones limpias, seguras y espaciosas, así como un ambiente enriquecido con juguetes y áreas de juego. Verifica que cuenten con personal cualificado y amante de los animales, y que ofrezcan atención veterinaria de ser necesario.
Visita las instalaciones personalmente para conocer al equipo y ver dónde y cómo se alojará tu mascota. Pregunta sobre la rutina diaria, incluyendo paseos, tiempo de juego y socialización con otras mascotas. Revisa las reseñas y testimonios de otros clientes para tener una perspectiva más amplia.
Algunas residencias ofrecen servicios extra que pueden ser de tu interés, como grooming (peluquería), entrenamiento o terapias específicas. Considera también si necesitas un servicio de recogida y entrega de tu mascota, así como la flexibilidad en los horarios de visita.
Es importante acostumbrar a tu mascota gradualmente. Puedes empezar con estancias cortas para que se adapte. No olvides llevar su comida habitual, juguetes y objetos personales que le proporcionen consuelo y un sentido de familiaridad.
Asegúrate de que la residencia tenga un plan de acción para emergencias, incluyendo acceso a atención veterinaria inmediata. Pregunta sobre cómo se manejan situaciones de enfermedad o lesión y cómo se comunicarán contigo en estos casos.